El mundo de los coches eléctricos cambia el concepto de mecánica en comparación con los motores de combustible fósil. Su mantenimiento es más sencillo y más económico, ya que eliminan piezas, filtros y aceites al dejar de lado la combustión; y las baterías cobran importancia al mantener en funcionamiento el motor.
Aunque se englobe a estos vehículos bajo el extenso título de coches eléctricos, existen, como no podía ser de otra manera, variaciones en el tipo de motor que equipan. En el mercado hay dos grandes grupos de motores eléctricos, los síncronos y los asíncronos, con subgrupos en el primero de estos tipos. Estos son los motores más habituales que podrás encontrar en el mercado de los coches eléctricos.
Motor síncrono de reluctancia
Es un motor síncrono provisto de un rotor con partes metálicas, en el que la corriente se conmuta gracias a unas bobinas que crean un campo magnético giratorio, lo que atrae los polos del rotor generando, así, par. Son motores duraderos y relativamente económicos de fabricar, perfectos para quienes buscan poco ruido o vibración en conducción. Por el contrario, pierden estas ventajas cuando circulan a bajas revoluciones.
Motor síncrono de imanes permanentes
Es silencioso y compacto y, además, soluciona el problema de las vibraciones a bajas revoluciones, aunque es más caro que el modelo anterior. Al estar equipado con imanes, no induce el campo magnético, por lo que no tiene pérdidas en el rotor. Puede ser de flujo radial (el más habitual) o axial, dependiendo de la posición de este campo magnético: perpendicular al eje de giro del rotor o integrado en las ruedas.
Motor asíncrono o de inducción
No es ni ligero ni compacto, pero sí fiable y silencioso, aunque la inducción puede generar pérdidas de energía y un aumento de la temperatura. En este tipo de motor, la corriente eléctrica atraviesa el estator y es lo que genera el campo magnético necesario para que el coche circule. Funciona con corriente alterna, que puede ser monofásica o trifásica.
Otros dos tipos de motor eléctrico
Existen otros dos tipos de motores eléctricos: el síncrono de reluctancia conmutada o variable y sin escobillas permanentes. El primero no es muy potente pero sí robusto. Funciona gracias al paso de la corriente a través de las bobinas, que generan un campo magnético giratorio. El segundo tipo es más utilizado en coches híbridos y emplea corriente continua en vez de alterna.
Source: NoticiasCoches