Existen ciertos medicamentos que interfieren de manera directa en la conducción. Pueden provocar somnolencia, fatiga, problemas de visión… Consecuencias que, al estar a los mandos de un vehículo, pueden acabar provocando accidentes y sustos al volante. Para evitar estos problemas, lo mejor es siempre consultar con el médico cuáles son los efectos de nuestro tratamiento médico en la conducción.
Además de esta consulta, también podemos averiguar cuándo no es aconsejable conducir bajo los efectos de ciertos medicamentos. La manera para identificar estas medicinas es, en el fondo, muy sencilla. Simplemente habrá que buscar en la caja del producto un pictograma que muestra un triángulo rojo con un coche dentro. En concreto, este.
La DGT explica que este pictograma no prohíbe la conducción bajo el uso del medicamento en cuestión, sino que advierte de que es recomendable informarse sobre sus posibles efectos negativos. Para ello, una vez detectado el símbolo, habrá que acudir al prospecto del medicamento. En la sección o apartado dos, bajo el título: ‘Conducción y uso de máquinas’, se señalan todas las precauciones que se deben tomar en relación con los efectos adversos del medicamento en la conducción.
Seguir siempre las instrucciones del personal médico
Igualmente, la DGT señala que hay que seguir siempre las instrucciones de administración del medicamento que nos haya facilitado nuestro médico y que en ningún momento dejemos de tomar la medicación por nuestra cuenta. Si este produce somnolencia, debilidad o visión borrosa lo mejor es no conducir bajo sus efectos, pero nunca dejar de tomarlo.
Asimismo, habrá que extremar las precauciones aún más al comienzo del tratamiento o ante un cambio en la dosis, cuando se toman varios medicamentos a la vez, si se consume alcohol (algo que habrá que evitar), si se está cansado o si se es una persona mayor o con algún tipo de dolencia que interfiera en la conducción.
Source: NoticiasCoches