Posted by Los sistemas de retención infantil son un elemento de seguridad que debe escogerse cuidadosamente, ya que deben cumplir todos los estándares de calidad, estar homologados y por supuesto adecuarse a las características físicas del niño, tanto en peso como en altura.
Equivocarse en la talla de la sillita infantil, no abrocharla correctamente o apostar por un modelo de mala calidad son factores que pueden provocar graves daños en el menor si se sufre un accidente de tráfico, por lo que es mejor evitar riesgos. De manera anual, el consorcio europeo en el que participa el RACE somete a pruebas y test a los SRI disponibles para la compra y los clasifica, como si del EuroNCAP se tratara, según si seguridad y fiabilidad.
En el II Informe Europeo de Sistemas de Retención infantil 2021, que acaba de publicar el RACE, se recogen los cinco modelos de silla de retención infantil totalmente desaconsejados para su compra. Estos cinco SRI son: Murphy (916) de Lettas, Tres LX de Nuna, Seat4Fix de Chicco y Seat4Fix Air de Chicco y Oreo 360 II de Osann.
Las cuatro primeras consiguieron dos estrellas sobre cinco por sus resultados en las pruebas de choque y accidente. En la prueba de la Murphy, el maniquí acabó golpeándose contra la puerta; en la Tres LX, el cinturón causó un corte en el cuello en situación de choque frontal y los dos modelos de Chicco se desplazan hacia adelante en las pruebas de choque frontal. El último modelo, de Osann, solo recibió una estrella sobre cinco porque no superó las pruebas de sustancias tóxicas al estar fabricado con un tipo de ftalato que puede dañar la pituitaria y la tiroides del menor.
En el otro extremo de la lista, hay un total de 14 sillitas según el Informe Europeo son que han conseguido una puntuación de 4 estrellas sobre 5, ya que esta vez ningún SRI ha logrado la máxima puntuación. Estos modelos están repartidos en las diferentes categorías según la edad y la altura del menor y se pueden consultar en la siguiente tabla.
Los cuatro parámetros que se analizan en estas pruebas son la seguridad que proporciona la silla al menor en caso de colisión; la facilidad de uso e instalación, que afectan también a la protección del niño; la ergonomía, para que los pequeños viajen cómodos; y las sustancias perjudiciales que pueden estar presentes en los tejidos y las protecciones de la silla.
Source: NoticiasCoches