El camino de una ley

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Hace un año, aproximadamente, mi compañera del Grupo Parlamentario Socialista, Maribel García, diputada por Badajoz y vicepresidenta de la Comisión de seguridad vial del Congreso, pidió hablar conmigo para explicarme una reforma legislativa que, desde su punto de vista, debíamos liderar desde el Grupo Socialista.

Maribel, como el resto de mis compañeros y compañeras miembros de esta comisión, encargada de la normativa relativa a la seguridad en la carretera, es una persona muy sensibilizada con toda la problemática alrededor de los accidentes de tráfico.

Estos, los accidentes de tráfico, durante muchos años fueron una lacra dada la alta tasa de accidentes, de mortalidad y de heridos. Después de mucha pedagogía, de campañas de sensibilización, de buena legislación (como el carnet por puntos), de perseguir las malas prácticas en la conducción y especialmente el alcohol al volante, y de escuchar a la sociedad civil para avanzar, nuestro país se convirtió en un referente mundial en la reducción de los accidentes de tráfico.

Desgraciadamente, pese al descenso, aún seguimos teniendo cifras de accidentes y fallecidos que nos hacen recordar que aún queda mucho por hacer y que detrás de cada accidente hay dramas familiares, familias destrozadas y vidas truncadas. Es por eso que seguimos legislando y es por eso que seguimos escuchando con atención lo que las entidades especializadas, la sociedad civil y los fiscales de seguridad vial nos van sugiriendo.

Aún queda mucho por hacer y que detrás de cada accidente hay dramas familiares, familias destrozadas y vidas truncadas

Es en ese momento cuando Maribel me relata que se han dirigido a nuestro grupo entidades del sector de la bicicleta para trasladarnos su preocupación por el devenir judicial de los casos de accidente por imprudencia y que, dada la redacción de la última reforma del 2019, había una reducción de la respuesta penal ante siniestros viales, lo que conformaba un resquicio legal que dejaba desamparadas a las víctimas de accidente por imprudencia en la conducción de vehículos a motor o ciclomotor.

De eso hace un año.

En este tiempo, el Grupo Socialista registró la propuesta, la llevó al Pleno para su toma en consideración, se abrió la ponencia legislativa donde impulsamos la comparecencia de expertos y, finalmente, transaccionamos con diversos grupos parlamentarios para mejorar la ley y recabar apoyos transversales. Porque la proposición de ley y quienes desde fuera nos empujaban a no cejar en el empeño se lo merecían. Hace pocos días se aprobaba en la Comisión de Justicia del Congreso y se remitía a Pleno.

En el momento que escribo estas líneas, 9 de junio de 2022, el Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado por una amplísima mayoría la proposición de ley, quedándose fuera y autoexcluyéndose de este hito, el principal partido de la oposición y aquellos de ultraderecha que dicen madrugar pero luego les da pereza trabajar. Una vez superado este trámite, la ley será remitida al Senado donde, si no hay enmiendas, será aprobada y llegará a su publicación en el Boletín Oficial del Estado para ser ley.

Ha sido un cambio legislativo emotivo y en el que me honra haber participado desde la portavocía del grupo socialista en la Comisión de Justicia. Es por caminos así, por estas leyes, por las que uno piensa que tiene una labor gratificante, que vale la pena dedicar esas horas a escuchar, a escribir, a transaccionar. Porque salen mejoras que tienen un impacto real y positivo en la vida de la ciudadanía.

Es por caminos así, por estas leyes, por las que uno piensa que tiene una labor gratificante, que vale la pena dedicar esas horas a escuchar, a escribir, a transaccionar

La presencia en la Tribuna del Congreso de entidades que han luchado desde el primer momento por esta reforma y ver su mirada y escuchar sus palabras tras la aprobación, son momentos imborrables que uno siempre llevará consigo.

El camino legislativo no siempre es fácil, a veces es tortuoso, nos hemos de enfrentar a fuerzas que quieren parar el cambio, fuerzas que se oponen a que vean la luz nuevos derechos, fuerzas que tras el desprecio y el insulto esconden una incapacidad supina de entender este país, de defender a sus ciudadanos y por supuesto de legislar para mejorar las condiciones de vida, especialmente de los más desfavorables.

En este último pleno se ha visto por enésima vez, y desgraciadamente dudo que por última, la muestra de la vagancia parlamentaria de algunos partidos, con una enmienda a la totalidad al proyecto de ley de eficiencia procesal, aderezada de ínfulas grandilocuentes, de grandes palabras llenas de odio y vacías de alma. De ataques verbales a ministras y de intento de bloqueo legislativo.

El futuro para Vox es un erial, es bueno recordarlo siempre, más cuando la ciudadanía ha de coger una papeleta y con ella transformar las cosas y mejorar su vida.

Ante la nada, el progreso


Source: NoticiasCoches