Conducimos el nuevo Peugeot 308 SW, un modelo familiar con lo mejor de un compacto

Posted by

Los familiares compactos son un éxito en Europa, pero no tanto en España, aunque sus ventas mantienen cierta estabilidad en los últimos años. La razón de ello, una vez más, la encontramos en la eclosión de los SUV, que al igual que sucede con las berlinas “tapan” las bondades de unos coches que son prácticos y desde luego más confortables y eficientes.

En el caso del Peugeot 308 SW, además es un coche realmente atractivo, ya que sigue la pauta de diseño de la actualizada variante compacta y lo une a una parte trasera de estilo familiar que combina a la perfección.

La carrocería Station Wagon del 308 es casi 27 cm más larga que la de cinco puertas y la distancia entre ejes crece en 5,5 cm. Esto se traduce en un mayor espacio general que se reparte principalmente en las plazas traseras y en el maletero, como veremos.

Estéticamente, la parte delantera no presenta grandes diferencias con respecto al compacto, de modo que luce la misma parrilla con el nuevo logotipo de Peugeot en el centro y las luces LED tomando la particular y agresiva forma de “colmillos”.

Todo el conjunto tiene una silueta musculosa que afecta también a los laterales en toda su superficie, y el perfil presenta una inclinación trasera que lo hace más deportivo y aerodinámico.

La zaga, con el gran portón como protagonista, sí marca diferencias con respecto al cinco puertas al carecer de la banda negra que une las atractivas y modulares luces LED.

En el interior, la parte delantera es igual que la del compacto, con el i-Cockpit de tercera generación más orientado al conductor y con las características ya conocidas: volante pequeño, cuadro de mandos elevado y sistema multimedia de 10 pulgadas en la consola central.

Por detrás se notan más diferencias, porque la mayor batalla provee a las plazas traseras de un mayor espacio disponible, como hemos comprobado personalmente en la presentación a la prensa. El maletero de las versiones térmicas ofrece 608 litros en su configuración estándar, y el suelo de este se puede poner en dos alturas. Los 308 SW híbridos no tienen esta posibilidad y, por la presencia de la batería, recortan su espacio hasta unos igualmente aprovechables 548 litros. El acceso al maletero se hace mediante un portón que puede estar motorizado, lo que hace más cómoda su apertura.

Una oferta multitecnológica

La gama mecánica del este 308 familiar es bastante variada. En gasolina hay dos motores PureTech a elegir, uno de 110 y otro de 130 caballos, y en diésel hay una interesante opción BlueHDi también de 130 caballos. Excepto la variante de acceso, el resto se puede combinar con una caja de cambios automática de 8 velocidades, algo que recomendamos por su eficiencia y comodidad.

Con un cada vez mayor peso de la electrificación en la gama global de Peugeot, la marca propone para el 308 SW dos mecánicas híbridas enchufables de gasolina, una de 180 caballos y otra de 225, las cuales ofrecen hasta 60 km de autonomía eléctrica. Ello prácticamente cubre la media de kilómetros que se hacen a diario, además de proveer a este modelo de la etiqueta Cero de la DGT con sus ventajas fiscales, de aparcamiento y de movilidad.

Al volante del 308 SW, la posición de conducción es baja, cómoda y ergonómica, pero hay que jugar con la altura del volante para que no tape la instrumentación digital. Esta es configurable y las variantes GT Line y GT lo tienen disponible con efecto 3D.

En el centro del salpicadero se ubica la pantalla táctil multimedia de 10 pulgadas y alta definición. El manejo es bastante sencillo, muy parecido al de un smartphone o tableta actual por la posibilidad de agrupar funciones al gusto, y además responde con fluidez.

Bajo la pantalla está la práctica banda digital E-Toogle, unas “ventanas digitales” que se pueden configurar como acceso directo a funciones del sistema de entretenimiento o a algunas específicas como la llamada a un teléfono habitual o una dirección en el navegador.

En la toma de contacto con el 308 SW, tanto la versión híbrida enchufable como la diésel en acabado GT Line probadas mostraron un comportamiento equilibrado tanto en autovía como en carreteras nacionales, con una suspensión firme pero confortable. Las mecánicas son más que solventes por potencia, y el mayor peso de la variante híbrida queda más que compensado por sus 180 o 225 caballos. La capacidad dinámica no dista mucho de la del compacto, y por ello se disfruta mucho al volante.

Por su parte, y como es habitual en los híbridos enchufables, el modo eléctrico “anula” el motor térmico para conducir con suavidad y silencio durante unos cuantos kilómetros, sobre todo en zonas urbanas, con el consiguiente ahorro de combustible.

Desde 24.950 euros

La gama del Peugeot 308 SW está estructurada en torno a los acabados Active Pack, Allure, Allure Pack, GT y GT Pack, cada uno con un escalonamiento de equipamiento que justifica un precio que arranca en los 24.950 euros en el caso de las variantes térmicas y en 35.480 en el de las híbridas enchufables (con ayudas del Plan Moves III). No obstante, si se financia con cuotas, Peugeot ha igualado las de las versiones térmicas e híbridas y se pueden adquirir por 255 euros al mes.

El equipamiento es otro de los aspectos destacados de este modelo en tanto que las opciones son muchas, pero ya de base contempla elementos como las llantas de 16 o 17 pulgadas, climatizador bizona, pantalla multimedia de 10 pulgadas, sensor trasero de aparcamiento, reconocimiento de señales de tráfico y control y control de carril, por citar algunos.

A partir de ahí se pueden añadir, por ejemplo, faros Full LED matriciales, llantas de hasta 18 pulgadas, navegación conectada, cargador inalámbrico, conexión Bluetooth con dos dispositivos móviles, cuadro digital en 3D o el pack Drive Assist 2.0 con cambio de carril semiautomático, adaptador de velocidad en curva, control de crucero adaptativo con función Stop and Go y la ayuda al mantenimiento de carril.


Source: NoticiasCoches