Conducimos el Lamborghini Huracán Tecnica, un superdeportivo que emociona y deja huella

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No todos los días puede uno ponerse al volante de un Lamborghini valorado en 313.383 euros, y por eso queremos comenzar dando las gracias al equipo de comunicación de Lamborghini Europa y a Boosters Group, que son quienes lo han hecho posible.

Más allá de su concepto de coche de altísimas prestaciones, un Lamborghini nada tiene que ver con ninguna otra creación del segmento, porque básicamente responde a un diseño y unos estándares que fijó desde el principio su creador, Ferruccio Lamborghini, y que se mantienen hoy en día a pesar del fallecimiento del empresario hace ya casi tres décadas. Su sueño era hacer un deportivo distinto, a su gusto, y su impronta personal está presente en todos los modelos Lamborghini.

Actualmente la gama está compuesta por el SUV Urus, el colosal modelo que ha revolucionado la marca; por el Huracán y por el más radical Aventador. El Huracán tiene a su vez distintas variantes, el Evo con tracción trasera (RWD) o total, el STO orientado a los circuitos y el Tecnica, el más equilibrado para el uso dentro y fuera de las pistas.

Estéticamente, el Huracán es un auténtico prodigio de diseño: sus ángulos, sus curvas, su agresividad… no tiene parangón. Hay ocho colores estándar disponibles y todos le quedan bien, pero si el cliente busca algo realmente diferenciador, el departamento de personalización de Lamborghini abre el catálogo a 200 tonos distintos.

Con el modo Sport el motor rompe la armonía, su rugido sube las pulsaciones y la aceleración se siente con una fuerza descomunal

La versión Tecnica probada, además, dispone de una aerodinámica llevada al límite y estudiada para ofrecer la máxima eficiencia y prestaciones. Las soluciones van desde el splitter inferior del frontal a las grandes tomas de aire, pasando por el capó más inclinado, los difusores en los extremos, las entradas de aire laterales y, por supuesto, el gran alerón trasero, que entre otras cosas mejora la carga aerodinámica en un 35% respecto al Huracán Evo de tracción trasera.

Si su anchura cercana a los dos metros es abrumadora, visto de perfil destaca la mínima altura del conjunto (tan solo 1,16 metros) y las grandes llantas monotuerca de 20 pulgadas con elementos de diseño en formato hexagonal, también presentes en las salidas de escape.

Digna de mención es la cubierta de fibra de carbono y cristal que deja ver el espectacular motor ubicado en la parte central trasera, un propulsor V10 de gasolina que terminará su vida en este modelo y en la versión Sterrato que verá la luz este mismo año. A partir de ahí, llega la era de la electrificación para Lamborghini.

Diez cilindros atmosférico

Pero aún estamos en el presente. El motor del Tecnica es un 10 cilindros en V atmosférico de 5,2 litros y 640 caballos, 30 más que el Huracán Evo RWD. No recurre a la sobrealimentación, ni falta que le hace, porque con su alto cubicaje y la elevada potencia establece un par motor de 565 Nm a 6.500 rpm y unas aceleraciones espeluznantes: pasa de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, alcanza los 200 km/h desde parado en solo 9,1 segundos y la velocidad máxima llega hasta los 325 km/h. Casi nada…

Por su parte, el cambio es automático, de siete velocidades, y como buen deportivo la propulsión es a las ruedas traseras. Como valor añadido de esta versión frente a otras, el eje posterior es direccional, y ello mejora su agilidad y maniobrabilidad.

Subirse al Lamborghini requiere una leve contorsión que da sentido a unas buenas clases de Pilates. De la cabina destaca el particular diseño, con mandos parecidos a los de un avión de combate más que a los de un coche. La posición de conducción es más cómoda de lo que podría parecer, con un campo de visión muy amplio por la “caída” del morro.

Detrás del grueso volante forrado en piel Alcantara se ubican unas enormes y muy accesibles levas, y llama la atención que no hay palancas para manejar los intermitentes o los limpiaparabrisas, que se han sustituido por unos botones en el propio volante.

En la consola central se sitúa el botón de puesta en marcha, protegido por una cubierta como la del lanzamiento de misiles en las películas de guerra. En la parte superior encontramos la pantalla vertical y táctil del sistema multimedia, bastante sencillo de manejar y con multitud de funciones, entre las que destaca la información sobre telemetría que se puede exportar también a la aplicación específica para smartphones denominada “Unica”. Tanto en uno como otro dispositivo se pueden consultar tiempos por vuelta si se usa en circuito, fuerzas G y otros muchos detalles de la conducción.

El cuadro de mandos es digital, con una grafía llamativa y la información estrictamente necesaria, siempre con el cuentarrevoluciones en primer plano.

El volante tiene en su base el selector de los modos de conducción, que se dividen en Strada, Sport y Corsa, cada uno con características propias y bastante diferenciadas.

Sube la adrenalina

Pulsar el botón de puesta en marcha supone una subida inmediata de los niveles de adrenalina. La culpa, el rugido en frío del V10 que queda a nuestra espalda y que promete muchas sensaciones.

Antes de movernos, atendemos a las explicaciones de los técnicos de Lamborghini, que nos aclaran dudas y nos explican entre otras cosas el funcionamiento de los modos de conducción. El Strada está orientado a rodar de la manera más confortable posible por carretera y cuenta con el apoyo al completo de las ayudas electrónicas; el Sport mejora las reacciones, endurece aún más la suspensión y ajusta el control de tracción P-TCS para una conducción más deportiva y con un mayor rango de deslizamiento del eje trasero. El modo Corsa es específico para el uso en circuito y en ese caso todo se pone al servicio de las prestaciones, desconectando los controles electrónicos casi al completo.

De la gestión de todos los elementos que inciden en la conducción y prestaciones del coche se encarga un “cerebro” electrónico, el Lamborghini Dinamica Veicolo Integrata, haciendo que el coche se adapte de la mejor manera al tipo de conducción requerido.

Ya en marcha, atravesamos lentamente una zona urbana con continuos resaltos, por lo que activamos un botón que sirve para elevar la carrocería (funciona a baja velocidad y se desactiva automáticamente) y evitar que los bajos rocen en el suelo. Cualquier despiste sale muy caro.

En carretera, perfectamente embutidos en los asientos tipo bucket, comprobamos que con el modo Strada se viaja con bastante comodidad, siempre teniendo en cuenta que es un coche deportivo de firmes suspensiones.

El tiempo no acompaña y la lluvia amenaza, así que aprovechamos tramos secos y sin tráfico para comprobar cómo funciona el modo Sport. Y ahí el motor rompe la armonía, su rugido sube las pulsaciones y la aceleración se siente con una fuerza descomunal, acompañado de un delicioso cambio que responde en milisegundos a nuestras órdenes a través de las levas.

El sonido de la mecánica tiene dos fases, el que se percibe hasta medio régimen y otro, más agudo y rotundo, a altas revoluciones. Pero la carretera es corta y los límites hay que respetarlos, por lo que pisamos el freno para sentir cómo los discos carbocerámicos y las pinzas (de 6 pistones delante y 4 atrás) hacen su trabajo con una enorme contundencia. La capacidad de frenado resulta casi tan impresionante como la aceleración.

La ruta prosigue por la sierra madrileña y los kilómetros se degustan como un menú gourmet. El paso por curva es también extremadamente rápido, se agarra muchísimo al asfalto y gracias a la suspensión MagneRide va por su sitio siempre que estemos concentrados y no seamos bruscos con la dirección, sensible y directa como procede en un coche de esta orientación. Movemos tan solo 1.379 kg gracias a la construcción del chasis en aluminio y fibra de carbono, con un reparto de pesos del 41% en el eje delantero y del 59% en el trasero.

Disfrutamos del sonido, de la aceleración, de las curvas, de las frenadas, y comprobamos lo fácil que Lamborghini ha hecho lo difícil, que es que este Huracán Tecnica esté al alcance de cualquiera que tenga sentido común y sepa qué es lo que lleva entre manos. Poco importa que solo tenga un pequeño maletero de 100 litros bajo el capó delantero y que la visibilidad trasera sea algo limitada, porque este coche es absolutamente vibrante en la forma y en el fondo. Lástima que, para los habitantes del mundo terrenal, esté tan fuera de nuestro alcance…

FICHA TÉCNICA

Motor: gasolina, 10 cilindros en V.

Potencia (kW/CV): 470/660.

Cambio: automático, 7 velocidades.

Largo (mm): 4.567.

Ancho (mm): 1.933.

Alto (mm): 1.165.

Maetero (litros): 100.

Velocidad máxima (km/h): 325.

De 0 a 100 km/h (seg.): 3,2.

Consumo medio (l/100 km): 14,5.

Emisiones CO2 (gr/km): 328.

Precio (euros): 313.383.


Source: NoticiasCoches