Posted by El parabrisas y el parachoques, además de todo el capó, son las tres zonas que más sufren el bombardeo de los mosquitos y otros insectos en verano. Y es que es inevitable: al avanzar a grandes velocidades por la carretera, los pobres acaban estrellándose contra la superficie del coche más expuesta. El problema viene cuando toca limpiarlos después, ya que entre el sol y el calor es fácil que acaben secándose sobre la pintura del coche y que, al ir a quitarlos, acabemos dejando marcas o huellas en la carrocería.
Para evitar estropear la chapa del automóvil durante el proceso de limpieza, lo más aconsejado es lavar el coche nada más detectemos las manchas de los mosquitos espachurrados. En este caso lo mejor es dar un prelavado con agua caliente y jabón, dejando actuar, y frotar un cepillo de cerdas suaves (que no rayen la pintura) para sacar las manchas más rebeldes. Todo este procedimiento hay que llevarlo a cabo en la sombra, para evitar que los restos y el agua que utilicemos se sequen con demasiada rapidez.
El truco de la toalla
Si vemos que queda algún resto o alguna marca de un mosquito rebelde en la carrocería, lo mejor que podemos hacer es aplicar el truco de toalla o la sábana, para reblandecer estas manchas y así poder sacarlas más fácilmente. Lo que hay que hacer es humedecer la toalla o la sábana en agua tibia con jabón o limpiador para coches (asegurarse de que no sea dañino para la pintura ni muy agresivo) y dejarla extendida sobre el capó.
Se puede dejar toda la noche o varias horas para que reblandezca bien la suciedad y retirarla con la propia toalla o sábana, nunca usando un estropajo ni un cepillo duro que dañen la carrocería. Para terminar, se aclara bien el coche para evitar que aparezcan cercos de jabón y se deja secar a la sombra.
Source: NoticiasCoches