Toca empezar los viajes que, por Navidad, nos acercarán a nuestras familias y amigos para pasar estar fiestas en compañía. Se espera un gran número de trayectos por carretera y, en las fechas en las que estamos, no sería nada raro que nos encontráramos con algún tipo de fenómeno meteorológico en carretera que afectara a nuestra conducción. Lluvia, nieblas, nieve, viento… ¿Sabrías cómo adecuar tu conducción en cada caso? ALD Automotive da algunas claves.
Con lluvia, aumentar la distancia de seguridad
Siempre es importante mantener la distancia de seguridad, pero en condiciones climatológicas adversas, con el asfalto mojado, es imprescindible aumentar esa distancia ya que las ruedas pierden adherencia y los frenos no reaccionan igual que con el asfalto seco.
Hay que tener especial cuidado con el efecto aquaplaning que podría hacer patinar el vehículo y provocar accidentes de tráfico o salidas de la vía. En este artículo te recordamos cómo reaccionar.
Con hielo, reducir la velocidad
Si con lluvia es importante respetar la distancia de seguridad, más aún lo es con heladas o placas de hielo en la carretera, ya que la pérdida de adherencia es mayor. Además, para evitar sustos o percances, lo mejor es reducir la marcha y la velocidad y conducir con suavidad.
Con niebla, circular con precaución
Hay que prestar especial cuidado a los bancos de niebla en carretera, pues la pérdida de visibilidad que provocan puede ser llegar al extremo de no permitirnos ver más allá del capó del vehículo. Por eso, se debe reducir la velocidad y circular con mucha precaución.
Hay que intentar aumentar el campo de visión en la medida de lo posible, ya que es muy importante que el vehículo sea visto por el resto, y utilizar correctamente las luces antiniebla. Aquí puedes leer cómo.
Con viento, sujetar con firmeza el volante
Cuando las rachas de viento son muy fuertes, es importante reducir la velocidad y conducir con marchas más cortas para que el motor tenga más fuerza. El conductor tiene que sujetar firmemente el volante y evitar maniobras bruscas que puedan desestabilizar el vehículo, sobre todo al adelantar.
Con nieve, circular en marchas largas
Cuando empieza a nevar es importante disminuir la velocidad y circular en marchas largas en la medida de lo posible, además de encender las luces y equipar los neumáticos adecuados. Lo más peligroso de la nieve es el hielo que puede llegar a formarse después de un tiempo, por eso es importante conducir siguiendo las marcas de otros vehículos y, preferiblemente, elegir transitar carreteras principales, que son las primeras en limpiarse.
Source: NoticiasCoches