Aunque cada vez sea un gesto menos difundido, muchos conductores siguen fumando mientras conducen. Este hábito no está prohibido ni sancionado por la ley como tal, pero sí puede acabar siendo motivo de una multa de tráfico, además de poner en riesgo la seguridad vial y la propia salud y la de los que nos rodean.
La DGT confirma que encender un cigarrillo es una acción que toma 4,1 segundos que, circulando a 100 kilómetros por hora en carretera, conlleva recorrer 113 metros sin prestar la debida atención a la vía. Acabarse el cigarro cuesta entre 3 y 4 minutos, lo implica conducir durante todo ese periodo de tiempo sin agarrar el volante adecuadamente, apunta el doctor José Luis Díaz Maroto, coordinador del grupo de trabajo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Como se ha mencionado en el primer párrafo, los riesgos de fumar mientras conducimos son, principalmente, tres, referidos a diferentes ámbitos y consecuencias que van desde lo económico a lo personal. Empezamos por las multas que podemos acabar pagando por fumar en el coche.
Multas por fumar al volante
Pese a que, por el momento, no existe ninguna ley específica que nos prohíba fumar, el Reglamento de Conductores sí apunta que el conductor debe estar en todo momento en condiciones de controlar el vehículo y reaccionar ante cualquier imprevisto. Circular encendiéndose un cigarrillo o sujetándolo en la mano podría interpretarse, bajo este percepto, como una infracción, sancionada con hasta 200 euros de multa y la pérdida de incluso 6 puntos en el carnet de conducir.
Por otro lado, tirar la colilla del cigarro, una vez terminado, por la ventanilla del coche sí que está específicamente prohibido. La multa asociada a este irresponsable gesto es de hasta 500 euros, de nuevo.
Riesgo de accidente de tráfico por fumar al volante
Además de la multa, fumar al volante es una distracción que puede acabar provocando un accidente de tráfico con graves consecuencias, dependiendo de la velocidad de circulación. El primer motivo, como se ha mencionado, es que acabamos conduciendo solo con una mano mientras fumamos y que desviamos la vista de la carretera al encendernos el cigarro.
La DGT señala otro motivo más por el que fumar en el coche es peligroso: el humo que se forma al fumar interfiere con la visibilidad del conductor. Desde CEA también advierten que el humo del cigarro es uno de los factores que más puede afectar nuestra visibilidad al conducir, ya que permanece dentro del habitáculo creando una especie de neblina.
Riesgos para la salud por fumar dentro del coche
Finalmente, pero no por ello con menor importancia, fumar dentro del coche tiene gravísimas consecuencias para la salud no solo del que fuma, sino de todos los que le acompañan dentro del vehículo. Por un lado, la DGT apunta que al fumar se crea monóxido de carbono, lo que lleva a una mala oxigenación dentro del vehículo, lo que provoca que aumente la irritabilidad, el cansancio, la somnolencia, que se sufra dolor de cabeza, confusiones y que se disparen la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias y de todas ellas, al menos 250 son nocivas y 70, cancerígenas. Estas sustancias quedan depositadas en los asientos, la tapicería y las alfombrillas del coche, y pueden provocar graves consecuencias en la gente propensa a sufrir asma.
Por último, como sucede en cualquier espacio cerrado en el que se fume, la exposición al humo del tabaco aumenta el riesgo de sufrir un ictus, enfermedades cardiovasculares, tumorales y bronquitis crónicas.
Source: NoticiasCoches