La parte electrónica del coche también es importante: estas son las averías más frecuentes

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Un coche puede necesitar pasar por el taller por muchas razones distintas: un pinchazo en la rueda, fallos en el motor, desgaste de las pastillas de freno… Sin embargo, prácticamente todos los elementos de un vehículo se apoyan en distintos sensores eléctricos que garantizan el buen funcionamiento del coche y la detección de fallos. Estos componen a su vez la parte electrónica del coche, llamada Unidad de Control Electrónico que, por sí misma, también puede llegar a dañarse.

Para evitar llevarnos un susto más grande de la cuenta, lo ideal es conocer a qué tipo de averías podemos enfrentarnos en lo que respecta al sistema eléctrico, cómo debemos actuar cuando sucedan y cuál es la mejor manera de cuidar y mantener la parte electrónica del coche a la que, generalmente, se suele prestar menos atención. Desde la web de servicios mecánicos Rodes, apuntan que estas son algunas de las averías más frecuentes que podemos encontrarnos.

Averías en la UCE: Unidad de Control Electrónico

Cuando la UCE tiene una avería, la puesta en marcha del coche es inviable. Suele deberse a que la unidad se ha desprogramado por distintas causas que van desde un exceso de tensión en el sistema a la pérdida de información interna. Para solucionarlo, no solamente hay reprogramarla, sino también sustituir la pieza por una adecuada, ya sea nueva o de segunda mano. Un proceso, en cualquiera de los dos casos, algo caro.

Averías de la batería

La batería es la fuente de electricidad del automóvil, la encargada de acumular la energía que necesitan los componentes eléctricos del coche para funcionar, así que se trata de un elemento fundamental. Las averías por las que suele descargarse se relacionan con el desgaste propio del paso del tiempo, algún elemento defectuoso o haber dejado encendidas las luces o la radio durante largos periodos, etc.

Averías en el alternador

El alternador es un dispositivo clave en el circuito eléctrico del automóvil, pues se encarga de convertir la energía mecánica recibida del motor, en energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de varios sistemas del coche. Este puede fallar ante la falta de mantenimiento, una incorrecta conexión de los cables con la batería, daños y roturas en los mismos o al ser de mala calidad.

Averías en los fusibles

Los coches modernos recurren cada vez más a la electrónica para gestionar el motor, ya que gracias a la tecnología de la que disponen, el panel de control avisa al conductor de qué es exactamente lo que está fallando. En este sentido, los fusibles se han convertido en una pieza muy importa, pues se funden cuando sobreviene una temperatura excesiva, generalmente producida por un aumento de la tensión eléctrica, evitando que se dañen otros elementos del sistema.

Averías en componentes microelectrónicos

El sensor de revoluciones, el medidor de la presión del combustible y el sensor que mide la dosificación en la bomba de alta presión del vehículo son algunos de los sensores que más fallos tienden a dar. El coste de reparar una avería en alguno de estos dependerá de varios factores como el tipo de sensor en cuestión, su localización o el tipo de vehículo.

¿Cómo cuidar la parte eléctrica y electrónica del coche?

Algunas recomendaciones de los profesionales, entre muchas otras, para cuidar el sistema eléctrico del coche pasan por:

  • Controlar el nivel de agua destilada en la batería.
  • Desmontar la batería y llevarla a un lugar especializado para una carga lenta y controlada si esta se ha descargado completamente.
  • No dejar la radio o luces encendidas cuando el motor esté apagado.
  • Evitar lavar el motor, pues esto genera humedad y corrosión.
  • Desconectar el borne negativo de la batería cuando el coche vaya a permanecer inmóvil durante un largo periodo de tiempo.


Source: NoticiasCoches