Así están las cosas en el Grupo PSA tras la compra de Opel

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GUILLE LLOPIS

  • La adquisición de Opel por parte del Grupo PSA le convierte en la segunda mayor empresa del automóvil en Europa tras Volkswagen.
  • La compañía aspira a que uno de cada seis coches que circulen por suelo europeo sean fabricados por ellos y que Opel vuelva a ser rentable en 2020.
  • Fuentes del sector relacionadas con esta compra aseguran a 20minutos.es que no se les ha notificado ningún cambio tras la adquisición de Opel.
  • Peugeot-Citroën compra Opel a General Motors por 2.200 millones de euros.

Fábrica de GM en Figueruelas (Zaragoza)

El Grupo PSA, al que pertenecen Peugeot y Citroën, entre otras, ha hecho oficial la adquisición a General Motors de Opel y su filial financiera europea. Opel pasa así a integrarse en el Grupo PSA a cambio de un montante total de 2.200 millones de euros: de ellos, 1.300 corresponden a la compra de la marca alemana (incluye Vauxhall, su denominación comercial en Reino Unido), y los otros 900 a la filial financiera europea de GM. Esta adquisición por parte del grupo de capital francés da como resultado la segunda empresa automovilística de Europa, solo por detrás del grupo Volkswagen. La unión corporativa de Citroën, Peugeot, DS y Opel aspira a copar una sexta parte de la cuota de mercado del viejo continente.

El movimiento empresarial era visto con incertidumbre en España. Tras el anuncio de las negociaciones hace algunas semanas, el foco se puso en la red de concesionarios y, sobre todo, factorías que pasarían a integrarse bajo un mismo paraguas. Una de las fábricas tradicionales de PSA, la que fue histórica de Citroën, se encuentra en Vigo, con más de 7.000 trabajadores en plantilla, pero el punto caliente está en la provincia de Zaragoza: en la región aragonesa, General Motors contaba con una factoría en Figueruelas, en la que trabajan alrededor de 6.000 personas, y a las que habría que sumar la otra planta en Madrid, de menor tamaño (ronda los 2.500 empleados).

Fuentes del sector industrial automovilístico de la provincia de Zaragoza, encargadas de la producción de componentes para vehículos de la planta de Opel de Figueruelas, aseguran a 20minutos.es que no se les ha notificado ninguna modificación en sus planes de fabricación hasta la fecha. Según aseguran, no ha habido cambio alguno en sus volúmenes de pedidos, ni se les ha indicado que la relación entre el grupo automovilístico y sus proveedores de la zona vaya a modificarse.

Ambas compañías ya compartían plataformas en Figueruelas. La planta de General Motors en la provincia maña fabricaba modelos como el C3, por lo que la creación de sinergias productivas no partirá de cero. De hecho, con el movimiento el grupo PSA quiere que esas sinergias alcancen los 1.700 millones al año.

En todo momento, los implicados en la operación han hablado de lograr que la ya ex planta de General Motors se adapte a los «estándares de calidad» del Grupo PSA: será una condición sine qua non para conseguir hacer fructífera la operación, pues Opel lleva prácticamente desde que empezó el siglo XXI (16 años seguidos) siendo una compañía deficitaria, a la que el Brexit había mermado todavía más. Aun así, el objetivo es que vuelva a dar beneficios en 2020.

El efecto «coche alemán»

Algunos usuarios de Opel consultados por este periódico se han mostrado reacios al movimiento empresarial por un factor intangible: la percepción tradicional de fiabilidad que han transmitido los coches alemanes se diluye con la integración de Opel en un holding francés. También hay entre los conductores escepticismo, pues otros consideran que el ‘efecto coche alemán’ hace años que se perdió, con la adquisición de la americana General Motors y su relación con las factorías asiáticas.

Pero, sobre todo, foros de conductores y distintos usuarios consultados coinciden en apuntar en una misma dirección: la diferenciación. Los seguidores de los diseños clásicos y la línea de Opel esperan que la integración con Peugeot y Citroën no provoque un mimetismo que haga que a medio plazo los modelos equivalentes de las tres marcas sean demasiado similares, como sí dicen que ha ocurrido en las distintas marcas del grupo Volkswagen.

Intercesión de Mariano Rajoy

La magnitud de la operación ha implicado de manera indirecta a la cúpula del Gobierno, con el presidente Mariano Rajoy a la cabeza. Carlos Tavares, presidente ejecutivo del Grupo PSA, mantuvo el lunes una conversación vía telefónica con Rajoy para transmitirle «tranquilidad» respecto a la situación resultante en España tras la adquisición de General Motors por parte de los franceses.

Un posterior comunicado emitido por el ejecutivo nacional destacó el «tono constructivo» de la charla, además de añadir el compromiso por parte del directivo del grupo automovilístico de cumplir «en su totalidad» los acuerdos que los sindicatos de trabajadores tenían cerrados con los empleados de General Motors.

También a través de las redes sociales se manifestó tras la conversación el presidente Rajoy, asegurando en su perfil oficial de Twitter que «la apuesta por España está garantizada» por parte del Grupo PSA, ahora a cargo de tres plantas de producción en suelo español.

En Vigo, ante la incertidumbre que pudiera provocar el movimiento, el Grupo PSA ha recalcado su «compromiso» con los puestos de trabajo, aunque representantes sindicales han hablado de «preocupación» por las posibles duplicidades que pudieran aparecer una vez la convergencia de ambas compañías sea total.

Tavares, durante una conferencia en la que participó tras el anuncio oficial de la adquisición de General Motors, aseguró que España ofrece grandes «cualidades» para el sector automovilístico, por lo que los empleados pueden «estar tranquilos». Aun así, en todo momento la garantía de mantenimiento de trabajos y condiciones se rige por la máxima de la productividad, tal como afirmó: «Todo el mundo va a tener la oportunidad de demostrar que puede llegar a los estándares de calidad necesarios, y así no se necesitará cerrar plantas».

Más mensajes desde el Gobierno

Luis de Guindos, ministro de Economía, Industria y Competitividad, ha sido consultado respecto al movimiento empresarial y sus implicaciones para los puestos de trabajo que el Grupo PSA, ahora con la estructura de General Motors integrada, genera en España. «Nos han pasado un mensaje de tranquilidad, de que las fábricas en España son productivas», ha afirmado el ministro, añadiendo que «sin duda» los alrededor de 15.000 empleos del grupo en España están garantizados siempre que mantengan su «eficiencia, productividad y competitividad».

Además, el titular de la cartera de Economía ha añadido que el movimiento hace de España el «principal país» para la nueva compañía surgida tras la operación, lo que ha calificado como «elemento de tranquilidad» para los empleados que desempeñan su trabajo en el Grupo PSA.

Puestos de trabajo «redundantes»

Pese a los esfuerzos por transmitir calma y seguridad tanto por parte de Carlos Tavares como por parte de los representantes del Gobierno de España, hay opiniones que afirman que conseguir que Opel vuelva a ser rentable pasa inevitablemente por ajustes en empleo. Un experto consultado por el portal Challenges asegura que en la antigua compañía alemana hay «muchas posiciones redundantes, superávit de ingenieros y exceso de capacidad». El futuro dirá cómo se encaja el puzle.


Source: NoticiasCoches