El Solterra es el resultado del trabajo conjunto de Subaru con Toyota para el desarrollo de vehículos eléctricos, en este caso en formato SUV. Cada marca ha implementado lo que mejor sabe hacer sobre una plataforma común, como el apartado eléctrico en el caso de Toyota y el sistema de tracción total o la seguridad en el de Subaru.
Para la marca de las estrellas es un modelo sumamente importante, ya que es su primer eléctrico, y ha querido proyectar en él también características propias para diferenciarlo y responder a las preferencias de su público.
El Subaru Solterra mide 4,69 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,65 de alto, y además de las dimensiones tiene muchos aspectos parecidos al modelo de Toyota, el bZX4. Nosotros nos fijamos en las diferencias, como la parrilla hexagonal, el paragolpes con los antiniebla integrados o las ópticas delanteras y traseras, elementos que son los que al final identifican a cada modelo.
El diseño interior del Subaru y del Toyota es prácticamente idéntico. Destaca el cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas por encima del volante; la vistosa y nítida pantalla del sistema multimedia, que con sus 12,3 pulgadas prácticamente marca la anchura de la consola central, y sobre todo la amplitud y comodidad de todas las plazas. El maletero, por su parte, tiene una capacidad de 452 litros y bajo el piso dispone de un hueco para guardar los cables de carga, muy útil en un coche eléctrico.
Para el Solterra, Subaru ha elegido como única opción la mecánica de doble motor, uno en cada eje, que rinde 165 kW (218 caballos) de potencia total. A partir de ella ha desarrollado su sistema de tracción total permanente, recurso que aporta seguridad y eficacia a la hora de conducir.
La autonomía homologada es de 465 km gracias a la batería de 71,4 kW brutos, con una media de consumo entre 16 y 18 kWh a los 100 km dependiendo de la versión. La batería permite una capacidad de carga de hasta 150 kW, de modo que en un punto rápido puede pasar del 20 al 80% de energía en algo menos de 20 minutos.
Conducción suave y silenciosa
Hemos tomado contacto con el Solterra en un test muy completo que nos ha preparado Subaru, con un trayecto sobre asfalto y un circuito de más de 8 kilómetros sobre tierra y zonas abruptas.
Como es norma en este tipo de vehículos, el puesto de conducción es elevado y el diseño abierto del habitáculo facilita un amplio campo de visión. Dependiendo de la estatura de cada cual, hay que buscar la posición idónea del volante para que este no impida ver con claridad el cuadro digital, y en nuestro caso quedó un poco por debajo de lo normal, aunque no resultaba ni mucho menos incómodo.
En la consola central se sitúa el mando giratorio del cambio (al ser eléctrico es completamente automático y sin marchas), y también una serie de botones que incluyen el sistema X-Mode con programas específicos de la tracción, del que enseguida hablaremos.
En carretera el Solterra brilla por su funcionamiento suave y silencioso, con un manejo agradable y un comportamiento aplomado en toda circunstancia. Aunque con la mecánica eléctrica, las baterías y el sistema de tracción se mueven algo más de dos toneladas, este SUV se muestra bastante ágil, pero el peso está ahí y hay que tenerlo en cuenta en los giros y las frenadas.
El motor responde con inmediatez a cualquier demanda de potencia, pero no lo hace de una manera brusca ni siquiera en el modo Sport, que se une al programa normal que viene por defecto y al Eco para un uso más eficiente. Además, a través de unas levas situadas en el volante se puede regular la frenada regenerativa, que aprovecha las deceleraciones para recargar la batería.
En nuestro trayecto, el consumo en autovía ha estado en torno a los 25 kWh, aunque al final del recorrido, con carreteras más lentas, se ha quedado en unos 22 kWh de media. Con más conducción urbana, donde un eléctrico gasta menos, estamos seguros de que el gasto se hubiera acercado más a las cifras homologadas.
Un SUV que casi es todoterreno
El manejo de este Subaru Solterra en campo merece comentario aparte. Aunque no es un todoterreno puro, el diseño está pensado para un buen compromiso fuera de la carretera, ayudado también por los 210 mm que separan la carrocería del suelo.
Impresiona su capacidad para conducir por pistas, con una suspensión que filtra de manera increíble todo lo que pasa por debajo. Para zonas más complicadas, la tracción X-Mode contempla dos modos de funcionamiento que adecúan el sistema y la electrónica a situaciones de tierra y nieve, por un lado, y de nieve profunda y barro, por otro. En el recorrido más complicado utilizamos el primero de ellos y no hizo falta más, porque el Solterra superaba cualquier obstáculo con enorme facilidad.
También hemos probado el Grip Control, una impresionante solución que permite regular en cinco niveles una velocidad constante (de 2 a 10 km/h) para subir o bajar pendientes pronunciadas sin necesidad de tocar acelerador o freno y centrarse en el volante.
Como hemos visto, estamos ante un modelo muy completo por tamaño y capacidades dinámicas, pero también por equipamiento, lo que hace que el precio no sea precisamente bajo. En España solo se comercializan dos variantes, Trek y Touring, que llegarán a los concesionarios a partir de mayo. La primera parte de los 46.750 euros si se aplican los descuentos y ayudas máximas del plan Moves III, y la segunda, que queda fuera de las subvenciones, se eleva hasta los 57.900 euros.
Además de lo citado en el artículo, del Solterra también hay que destacar el elevado equipamiento relacionado con la seguridad, que integra soluciones como el sistema de frenado de emergencia, control de carril, reconocimiento de señales de tráfico, monitorización del conductor o la alerta de tráfico posterior. El objetivo de la marca es reducir a cero el número de accidentes con víctimas en 2030.
Source: NoticiasCoches