Los coches de segunda mano son una gran opción de compra siempre y cuando el comprador revise a fondo el estado del vehículo que ha llamado su atención. Desde timos en el cuentakilómetros hasta vicios ocultos, los fallos que puede tener un coche usado son muchos y de muy diversa índole. Pese a que la ley de garantías en estos casos ha cambiado para proteger algo más que antes al comprador, es cierto que una mala decisión en el mercado de lo usado puede salirnos muy cara.
Muchas organizaciones, asociaciones y empresas relacionadas con este sector avisan de que no solo es importante controlar el estado del vehículo si no también su documentación y de si tiene alguna carga o problema económico que pese sobre él. Aunque de primeras no lo pensemos, comprar un coche usado con algún tipo de rémora, impago o carga puede acabar siendo un problema.
Por eso, antes de comprar un coche de segunda mano, aconsejamos revisar su historial para comprobar que está al día en todos los aspectos. Hay varios sistemas donde consultar toda la información relacionada con el vehículo, incluida la financiera.
¿Qué cargas puede tener un coche y cómo me afectan?
Existen varios tipos de cargas que pueden pesar sobre un vehículo. La más ambigua y habitual es la llamada reserva de dominio, una cláusula que pesa sobre el vehículo cuando, por ejemplo, su anterior propietario financió la compra. Algunos casos en los que existe una reserva de dominio sobre el coche que vamos o acabamos de comprar son un contrato de renting, una anotación de concurso de acreedores, una compra financiada… La reserva de dominio afecta al nuevo propietario del vehículo en tanto que, mientras no se resuelva, la propiedad del vehículo no podrá transferirse.
Otra carga que impide el traspaso de un vehículo es la denegatoria y, para saber a qué se refiere o por qué pesa sobre el coche, habrá que solicitar a Tráfico más información.
También es posible que exista un embargo sobre el coche que queremos comprar o que hemos comprado. Los embargos se realizan por mandamiento judicial o administrativo como una medida preventiva, para garantizar el futuro cobro de una deuda impagada mediante una posible subasta pública. La gran mayoría de vehículos que acaban en las subastas del BOE provienen de embargos.
Por último, es posible que nos encontremos con impagos en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, que es obligatorio. Aunque hasta la fecha de compraventa del vehículo este impuesto es obligación del anterior propietario, para solventar la irregularidad bastará con ir al ayuntamiento correspondiente y abonar la cuantía adeudada.
Cómo consultar las cargas de un coche usado
En España hay dos registros que nos permitirán acceder a las posibles cargas que pesen sobre nuestro coche de segunda mano. El primero es el de la Dirección General de Tráfico. Pidiendo el informe de la DGT, no el básico, pero sí el completo; podremos conocer todas las cargas que vengan junto con nuestro vehículo. Se puede pedir en la sede electrónica de la DGT, bajo previo pago de la tasa por correspondiente también online.
En el Registro de Bienes Muebles se pueden consultar los posibles embargos que pueden pesar sobre el coche, una reserva de dominio de una entidad financiera por impago o si existe un contrato de leasing que no haya finalizado aún, entre otros hechos. El registro competente es el que corresponda al domicilio del comprador de vehículo y la solicitud de notas simples sobre vehículos a motor inscrito en cualquier registro es posible a través de la página web www.registradores.org.
Por último, el historial de vehículo CARFAX, que puede comprarse online, proporciona un listado completo de todos los datos que esta empresa dispone sobre nuestro coche usado, incluyendo las cargas que pesen sobre el vehículo.
Source: NoticiasCoches