Muertes en carreteras: estas son las causas más inesperadas, pero frecuentes

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“En 2022 se produjeron 1.042 siniestros mortales en las carreteras españolas, en los que fallecieron 1.145 personas y otras 4.008 resultaron heridas graves”, estos son los datos que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, daba sobre la siniestralidad vial de 2022. Las cifras son preocupantes y conviene “seguir trabajando para atajar las causas, reducir los fallecimientos y contribuir también a concienciar a la ciudadanía sobre el drama de los siniestros viales y sus dolorosas consecuencias”, tal y como explicaba en su intervención.

Aunque son muchas las iniciativas de sensibilización que llevan a cabo distintas instituciones públicas y privadas para tratar de acabar con este problema, los accidentes de tráfico son una cuestión que atañe a todo el mundo, por lo que conviene tener siempre presente cuáles son las causas y factores que los pueden propiciar. En este sentido, la DGT advierte de que hay muertes en carretera que, aunque suceden de una forma inesperada, son más habituales de lo que parece.

Muertes en carreteras por despistes inesperados

Los despistes son una de las causas más frecuentes por las que se producen los accidentes de tráfico. No en vano, estos pueden darse por muchas razones distintas, entre las más sorprendentes que recoge la Dirección General de Tráfico:

  • Maquillarse mientras conduces: Muchas personas utilizan los atascos para maquillarse o retocarse. Hacer esto supone desviar la mirada de la carretera y, en consecuencia, tener un choque frontal al reanudar la marcha que puede tener un fatal desenlace.
  • Leer al volante: Aunque cueste creerlo, muchos conductores aprovechan estos atascos o los semáforos en rojo para leer los periódicos del día, una revista o un panfleto informativo. De la misma manera, es una conducta que altera la concentración en el manejo del vehículo.
  • Malas compañías: Los pasajeros que van en el coche son, de manera habitual, quienes hacen despistarse al conductor. Un gesto brusco, un comentario, un grito o una indicación equivocada pueden terminar en tragedia inesperadamente.

Muertes en carreteras relacionadas con el alcohol

“El alcohol está implicado en el 30 – 50% de los accidentes mortales, lo que lo convierte en uno de los principales factores de riesgo en la conducción”, confirman desde la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, no solo se producen accidentes —y, en consecuencia, muertes— por la ingesta elevada de alcohol, sino también, por todo lo que implica.

  • Conducción peligrosa: Bajo los efectos del alcohol, el conductor infravalora los efectos y las alteraciones: el típico ‘yo controlo’. Sobrevalora su capacidad para la conducción, lo que implica una mayor tolerancia de los niveles de riesgo que asume, y seguridad en sí mismo. Además, disminuye su sentido de la responsabilidad y de la prudencia.
  • Accidentes de tráfico por resaca: La DGT señala que, tras beber alcohol y metabolizarlo nuestro cuerpo, el organismo sufre una serie de alteraciones que pueden ser detonantes de un despiste y, por tanto, de un accidente de tráfico: aumenta el ritmo cardiaco, la actividad del cerebro se ralentiza hasta 16 horas después de desaparecer el alcohol del organismo y aparecen síntomas como la deshidratación.

Causas de muertes en carretera menos conocidas

  • Las xantinas. Cafeína, teína y teobromina: Tan peligroso como conducir cansada o con sueño, es hacerlo bajo los efectos de la cafeína, la teína y la teobromina, que no son otra cosa que sustancias que se encuentran en el café, en el té y en el cacao, respectivamente. Estas tomadas en exceso pueden provocar alteraciones en el comportamiento, el conductor puede sentirse más agitado, más nervioso y más irritable, por lo que en determinadas situaciones puede responder de una forma impulsiva, o incluso agresiva. Además, disminuirá su sensación de fatiga y su somnolencia, aunque pasadas unas horas estas pueden reaparecer, sorprendiéndole durante la conducción (efecto rebote).
  • Ahogamiento por comida: Comer es una de esas actividades que, además de causar despistes al volante, puede ser penalizada con una multa. Pero, por si todo esto fuese poco, se han dado casos en los que el accidente se ha producido cuando el conductor se ha atragantado.
  • Conducir con estrés: Tal y como explica la DGT, un cierto nivel de estrés es necesario para salir con éxito de numerosas situaciones, sin embargo, si la respuesta de alarma se hace demasiado intensa o si se prolonga durante mucho tiempo, el estrés puede pasar de ser un mecanismo adaptativo a ser un serio problema de salud. En las situaciones de tráfico, las manifestaciones del estrés suelen ser inútiles, contraproducentes y aumentan los riesgos para la seguridad, hasta tal punto que la conducción puede volverse lo suficientemente peligrosa como para desembocar en un accidente de tráfico mortal.


Source: NoticiasCoches