Nos ponemos al volante del Hyundai Ioniq 6, la berlina eléctrica que desafía a los SUV

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Hyundai es una de las marcas que más y mejor ha evolucionado en los últimos años, y no es de extrañar, por tanto, que haya ocupado el top 3 nacional en cuanto a matriculaciones en 2022 y que uno de sus modelos, el Tucson, haya terminado el curso siendo el coche más vendido de nuestro mercado.

La marca trabaja ahora en el presente y en el futuro con la electrificación y el hidrógeno como bandera, y hoy por hoy su gama ofrece modelos con estas tecnologías, sin dejar de lado las convencionales en diésel y gasolina. De momento hay sitio para todo.

Tras sorprender al mundo en 2021 con el lanzamiento del Ioniq 5, un crossover eléctrico y vanguardista como pocos, ahora la misma plataforma E-GMP sirve de base para un nuevo y espectacular modelo: el Ioniq 6.

Se trata de una berlina de cuatro puertas con silueta de coupé que mide casi 4,9 metros de longitud. Las imágenes no hacen justicia a lo que es cuando lo tienes delante, porque, guste más o menos, llama poderosamente la atención por sus formas, entre otras cosas porque con el trabajo aerodinámico se ha conseguido un coeficiente de 0,21, uno de los más bajos del mercado.

Visto de perfil, la marcada caída posterior del techo deja patente que manda la aerodinámica, como también las llantas específicas (de 18 o 20 pulgadas), el impresionante doble alerón trasero y el frontal con entradas de aire activas.

Cómo no, también destacan las ópticas LED en forma de píxel del sistema de iluminación inteligente, recurso que ya adelantó el Ioniq 5 y que ofrece una particular y atractiva imagen.

El interior es simple, diáfano y muy elegante. Para su construcción se ha recurrido a materiales reciclados y el ambiente general es muy convincente. Llama la atención el volante multifunción, donde el tradicional logotipo da paso a cuatro luces LED que tiene distintas funciones, como dar una referencia visual del estado de carga de la batería. También hay un pulsador muy útil para cambiar directamente los modos de conducción.

Tras el volante se sitúa una pantalla de 12,3 pulgadas para el cuadro de instrumentos que se une en serie a la del sistema multimedia, de igual tamaño. Son el centro operativo del coche y tienen multitud de funciones, bien organizadas pero a las que hay que dedicar el preceptivo tiempo de aprendizaje.

El Ioniq 6 puede equipar opcionalmente retrovisores digitales, y si es así se añaden a los lados del salpicadero unas pantallas complementarias para recoger lo que estas captan.

El resto del habitáculo, gracias a los 2,95 metros de distancia entre ejes, es amplísimo, como corresponde a una buena berlina. Hay mucho espacio para las piernas atrás, el piso es totalmente plano y solo personas muy altas pueden tener alguna limitación en altura por el diseño posterior.

El maletero trasero tiene mucho fondo y una capacidad de 401 litros, pero la boca de carga puede resultar algo pequeña para introducir objetos grandes que no sean maleables. No obstante, bajo el capó hay un segundo maletero de 45 litros que siempre es una buena ayuda, por ejemplo para llevar los cables de carga.

Tres versiones y hasta 614 km de autonomía

El Ioniq 6 se comercializa con tres opciones mecánicas cien por cien eléctricas. La primera combina un motor de 111 kW (151 CV) con una batería de 53 kWh de capacidad, y ello permite al conjunto alcanzar una autonomía de 429 km. Es de tracción trasera, como la segunda, en este caso con un bloque de 168 kW (228 CV) y batería de 77 kWh que, según homologación en ciclo WLTP, puede llegar nada menos que a los 614 km con una sola carga. La variante más potente tiene doble motor y tracción total, con una potencia de 239 kW (325 CV) y hasta 519 km de autonomía.

Los tiempos de recuperación de energía varían, como es lógico, pero como el Ioniq 6 utiliza un sistema de 800 voltios y admite potencias de carga de hasta 350 kW, en un punto de estas características tan solo necesitaría 18 minutos para pasar del 10 al 80% en todos los casos.

Además, como el “entramado” eléctrico permite la función Vehicle-to-Load (V2L), este Ioniq 6 es capaz de suministrar energía a otros coches eléctricos o, en el interior con los enchufes disponibles, a pequeños electrodomésticos o portátiles.

Conducción fácil y confortable

Hemos tenido una pequeña toma de contacto con el Ioniq 6 de tracción trasera con batería grande por Madrid y alrededores. Más allá de lo que sorprende el diseño, el interior resulta muy confortable en todos los sentidos y cada una de las plazas. No tiene la posición alta de los SUV, pero precisamente eso lo diferencia y lo hace incluso más agradable de conducir.

Al volante la posición es perfectra, los asientos tienen buen tamaño y mullido, y todo se controla a la perfección. El cambio de marchas se gestiona mediante una palanca que sale de la columna de la dirección, junto al volante, lo que deja un espacio más limpio en la consola sobreelevada que hay entre piloto y copiloto y que integra los mandos de las ventanillas y el cierre centralizado. Dicha consola tiene forma de “puente” y debajo queda un espacio en el que se pueden alojar algunos objetos, como carteras e incluso bolsos.

Aunque las pantallas ejercen control sobre todo, hay algunos botones de acceso directo a los apartados básicos y también se han dispuesto mandos táctiles para el sistema de climatización.

En marcha se rueda con total silencio y suavidad. Los modos de conducción disponibles, Eco, Normal y Sport, “gradúan” el temperamento del motor de 168 kW, pero los 350 Nm de par disponibles siempre aseguran una inmediata y fulgurante respuesta.

A falta de una prueba más exigente, la puesta a punto nos ha parecido equilibrada, primando el confort en el ajuste de la suspensión, pero en todo caso es un coche muy agradable y fácil de conducir a pesar de su tamaño y peso, características que se hacen casi imperceptibles.

También dispone de unas levas en el volante que controlan hasta cuatro niveles de retención y regeneración de la energía del coche. Con todo, y tras un recorrido de 90 kilómetros, la otra gran sorpresa viene de la parte del consumo, con solo 14,6 kWh de media, muy poco por encima de los 14,3 kWh homologados.

Desde 49.620 euros

La gama de Hyundai Ioniq 6 tiene un precio alto, que lamentablemente es lo que toca cuando hablamos de coches eléctricos, pero también hay que tener en cuenta que es una berlina bastante representativa, potente y plagada de tecnología.

Así, la versión de 111 kW con batería de 53 kWh (acabado Light) arranca en los 49.620 euros de tarifa oficial; le sigue la variante de 168 kW y batería de 77 kWh probada (acabado Star), que parte de los 58.010 euros, y la tope de gama de 239 kW con batería (acabado Energy) se alza hasta los 66.360 euros.

En todos los casos el equipamiento es o puede ser muy elevado, con soluciones de conectividad “Over-the-Air” para tener fácilmente actualizadas las funciones del coche y el software de infoentretenimiento, los servicios de la aplicación Bluelink para consultar y controlar en remoto algunas funciones del coche, equipo de sonido Bose, Head-Up Display y las múltiples soluciones soluciones de seguridad y ayudas a la conducción integradas en el paquete Hyundai Smart Sense (asistente de colisión frontal, detector de vehículos en el ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado trasero, control de carril, etc.).

Hyundai tiene como objetivo vender este año, del que ya se ha “consumido” casi un trimestre, 300 unidades, pero en una campaña completa quieren estar en torno a las 700 unidades.


Source: NoticiasCoches