Colisionar con un animal en la carretera siempre es muy peligroso porque puede derivar en un accidente de tráfico, pero si el choque es contra un jabalí (los machos pueden alcanzar los 120 kilogramos de peso) o un ciervo (los machos pueden rebasar los 160 kilogramos de peso) las probabilidades de que el vehículo quede muy dañado son altísimas.
¿De quién es la responsabilidad del choque?
Si esto ocurriera, muchos conductores se preguntan ¿de quién es la culpa? ¿me cubrirá el seguro del automóvil los daños ocasionados?
«Para poder delimitar la responsabilidad de los conductores en los casos de accidentes de tráfico causados por la colisión con un animal, hemos de diferenciar si son domésticos o cinegéticos«, explica a 20minutos Irene Becerra, abogada en reclamador.es
Animales domésticos y animales cinegéticos
En el caso de animales domésticos, y salvo que se acredite culpa del conductor del vehículo, la responsabilidad recae sobre el dueño del animal, que debe tenerlo en todo momento controlado, indica la abogada.
En cambio, si hablamos de animales cinegéticos, forma en la que se denomina a todas las especies objeto de caza y de pesca, la normativa aplicable (reformada en 2014) distingue una norma genérica y dos supuestos excepcionales.
Como norma general, «en un accidente provocado por el atropello de un animal de caza a priori será responsable el conductor del vehículo de los daños a personas o bienes, aunque no se le podrá reclamar el valor de los animales atropellados», afirma Becerra.
Dos excepciones
Se contemplan dos excepciones, en un primer supuesto podrá ser responsable el titular del coto o el propietario del terreno: cuando el siniestro se produzca como “consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor, siempre y cuando el accidente ocurra en el momento de la cacería o en las 24 horas posteriores a que concluya, y, como segunda excepción, podrá ser responsable la Administración titular de la vía pública: cuando «no haya reparado la valla de cerramiento en plazo» o «por no disponer de la señalización específica de animales sueltos en tramos con alta accidentalidad por colisión de vehículos con los mismos».
Seguro a terceros y a todo riesgo
Teniendo lo anterior en cuenta, so si el vehículo con el que se ha tenido el accidente simplemente está asegurado a terceros, la compañía sólo se hará cargo del pago de las lesiones de los ocupantes, pero no de la reparación del vehículo ni del resto de daños patrimoniales producidos. En cambio, si el seguro es a todo riesgo o contiene una cobertura específica para este tipo de siniestros, sí cubrirá el coste de la reparación del coche involucrado en el atropello del animal y otros daños que queden probados.
Con la mencionada modificación de la normativa en 2014, numerosas aseguradoras se lanzaron a comercializar una ampliación de la póliza del seguro a terceros que incluyeran los gastos derivados de este tipo de siniestros, para evitar el elevado coste de un seguro a todo riesgo.
Cobertura si viajas por zonas de jabalíes o ciervos
Por ello, desde reclamador.es aconsejamos que si sueles frecuentar zonas donde existe un elevado riesgo de paso de animales cinegéticos como jabalíes o ciervos, intentes negociar la inclusión de esta cobertura concreta en tu seguro de coche. Para ello, lo mejor es comparar precios de diferentes aseguradoras y analizar la documentación pre contractual en detalle. En esta tarea, lo ideal es contar con la ayuda de profesionales independientes especializados en la materia como abogados o corredores de seguros.
La importancia del atestado policial
Existe un último detalle vital a tener en cuenta si sufrimos este tipo de accidentes. Para poder iniciar cualquier tipo de reclamación, si fuera posible, en aras de evitar posibles fraudes, las aseguradoras suelen requerir pruebas fehacientes del accidente con un animal. Por ello, es básico que si te ves involucrado en uno, llames a las autoridades pertinentes para obtener un atestado policial donde se pongan de manifiesto todos los datos disponibles del suceso.
Source: NoticiasCoches