Dodge es una marca estadounidense especializada en vehículos de altas prestaciones que pertenece a la corporación Stellantis. Aunque está en proceso de asentamiento y crecimiento en Europa, su actividad es reducida, pero modelos como el Charger o Challenger hacen que sea totalmente reconocible para los aficionados a los “muscle car” norteamericanos.
Desgraciadamente, los dos modelos citados están próximos a su fin, y cuando termine este 2023 darán paso a productos renovados y electrificados en lugar de apostar por los actuales motores gasolina de ocho cilindros en V que los han hecho tan populares en todo el planeta.
Así, como despedida, Dodge lanza unas series en edición limitada de estos icónicos modelos bajo la denominación “Last Call” (última llamada), los cuales solo por esta circunstancia se convierten directamente en objetos de colección. Los cinco modelos que recalan en Europa son el Dodge Challenger Shakedown, el Charger Super Bee, los Challenger y Charger Scat Pack Swinger y el Challenger Black Ghost, cada uno con una placa conmemorativa bajo el capó con el nombre del vehículo, el origen de su diseño (Auburn Hills) y el lugar de ensamblaje (Brampton). Las dos gamas incluyen 14 opciones de color exterior y están personalizados con detalles gráficos distintivos.
El primer modelo «Last Call» que llegará a Europa, solo 55 unidades de las 1.000 que existen en el mundo, es el Dodge Challenger Shakedown R/T Scat Pack con motor V8 de 6,4 litros y 485 caballos, el cual rinde homenaje a un prototipo que vio la luz en 2016 y que se caracteriza por el capó abultado, las llantas de 20 pulgadas, detalles en rojo tanto en el exterior como en el interior o la insignia “Shakedown”, entre otros elementos.
Por su parte, Dodge también ha querido hacer más accesible su popular paquete SRT Jailbreak, desbloqueando restricciones de pedido de combinaciones de colores y contenidos exclusivos, y ya se puede asociar a los existentes Charger y Challenger Hellcat de 717 caballos.
Source: NoticiasCoches