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- Hay que evitar las horas puntas del día y el tramo entre las siete y media y las diez, si es un día de diario.
- Una mala opción es salir de viaje tras finalizar la jornada laboral del viernes.
- ESPECIAL: Seguridad Vial.
Cuando llega el día de las vacaciones algunos prefieren madrugar y estar en su destino cuanto antes, y otros optan por lanzarse a la carretera con calma. En cualquier caso, es importante valorar la hora para salir de viaje y así evitar atascos, más riesgo de somnolencia, de calor…
En los meses de verano los desplazamientos se multiplican, sólo este mes de agosto la Dirección General de Tráfico ha previsto 45,5 millones, por lo que los atascos están a la orden del día, especialmente a las salidas de las grandes ciudades a primeras horas y en las zonas costeras y en vías que llevan a segundas residencias al final de la jornada. Una situación que se repite en otras épocas festivas durante el resto del año, como en puentes, Semana Santa o Navidades.
Primer objetivo: evitar atascos
La primera recomendación es evitar las horas punta del día. Si vas a realizar el viaje un día entre diario no salgas de casa entre las siete y media y las diez porque te encontrarás con los miles de conductores que se dirigen a su puesto de trabajo. También es mala hora iniciar un viaje tras finalizar la jornada laboral del viernes. A partir de las 15 horas las carreteras se colapsan con las salidas de los trabajos y con los que se van de viaje, bien de fin de semana o para una estancia más larga. Si optas por salir al final de la tarde te ahorrarás atascos, mucho estrés y cansancio al volante. Las carreteras en Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia, Andalucía, A1 y A6 –estas últimas en su salida de Madrid- son las más conflictivas.
Si viajas con niños pequeños es aconsejable salir muy temprano en la madrugada o bien realizar el trayecto de noche, sobre todo si son propensos a marearse o les incomoda ir sujetos en una silla infantil. De esta manera, realizarán la mayor parte del viaje dormidos y el conductor conducirá más tranquilo y concentrado en la carretera. Además, viajando durante la noche se evitarán las horas de sol y calor, algo que tampoco suele gustar a los más pequeños. Todo depende del hábito del conductor a conducir sin luz solar.
Cuidado con el sol
Cuando planeamos un viaje en coche es importante tener en cuenta las horas de calor que pasaremos al volante. Los vehículos actuales ya cuentan en su gran mayoría con aire acondicionado o climatizador pero el sol sigue siendo molesto cuando te da directamente.
Pensando en el conductor, es importante que tenga en cuenta la posición del sol durante el viaje para evitarlo cuando esté de frente, ya que esto supone un riesgo de deslumbramiento y una conducción mucho más incómoda. Si la dirección de la carretera es hacia el Este, evita viajar entre las 6,30 horas y 10,00 horas, en el caso de que se oriente hacia el Oeste, las peores horas por estar el sol de frente son entre las 17,30 y las 21,00 horas.
Las horas centrales del día, cuando los rayos de sol trabajan a plena intensidad, los viajes se hacen más pesados y cansados, no solo para el conductor, también para los acompañantes, especialmente si son niños y mascotas. En este caso, es aconsejable realizar paradas más frecuentes para refrescarse.
Otra consecuencia de la acción de los rayos del sol es que provoca somnolencia y fatiga al volante, una situación que se ve potenciada si además inicias el viaje después de una comida copiosa o con grasas, ya que provocará una digestión más lenta.
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Source: NoticiasCoches