Posted by El interior del coche también hay que limpiarlo, aunque se nos olvide. Y no solamente se trata de sacudir las alfombrillas y aspirar un poco el suelo, quitando el polvo del salpicadero al mismo tiempo. Es necesario, de vez en cuando, darle una limpieza a la tapicería del coche para eliminar suciedad y machas, ayudando así a que luzca como nueva.
El tipo de tapicería que hayamos elegido en el momento de la compra determinará el tipo de productos que hemos de utilizar y, también, el tiempo que hará que invertir. De todas formas, en uno u otro tipo de tejido, habrá que seguir un procedimiento de limpieza en dos partes.
La primera será la limpieza general, que hay que practicar cada cierto tiempo. Lo mejor es eliminar todos los restos de polvo y suciedad que se escondan en el habitáculo, sin olvidarse de debajo de las alfombras y en los bolsillos, con ayuda de un aspirador potente. Los productos dependerán del tipo de tejido de nuestro coche.
Si nuestro coche es de tela, conviene mezclar en un cubo agua templada con jabón de lavadora para frotar todas las superficies con un estropajo o cepillo muy suave que no altere el tejido. Una vez seco el interior del coche, es importante aplicar una espuma seca, dejarla actuar y retirarla con un paño para completar el limpiado y ayudar a mantener el buen estado de la tapicería. Por último, si se quiere, habrá que usar de nuevo el aspirador para completar el trabajo y disfrutar de un resultado impecable.
En el caso de que nuestro coche sea de piel, lo mejor es comprar un limpiador específico para no estropear el material. Si es de polipiel, se puede usar un jabón suave y agua templado.
Luchar contra las manchas
La segunda parte de la limpieza es luchar contra manchas específicas. De haberlas, habrá que eliminarlas como primer paso antes de proceder a la limpieza general. Aunque cada mancha requiere un tratamiento específico, los primeros pasos a dar son compartidos: con ayuda de una toallita húmeda hay que frotar sobre la zona para quitar la primera capa y debilitar su acción sobre la tela.
Pasado el primer asalto, habrá que aplicar el producto que mejor le vaya: un cepillo de cerdas, para el barro; aceite, para los chicles; limpiacristales para las manchas de café; o detergente, para el maquillaje.
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