Los espejos retrovisores del coche son uno de los elementos que nos ayudan a controlar el entorno que nos rodea y, así, circular con seguridad. Gracias a estos accesorios colocados a cada lado del vehículo, podemos controlar el tráfico que se acerca hacia nosotros desde atrás o los elementos que tenemos cerca a la hora de aparcar.
Más allá de estas funciones principales, los retrovisores se pueden utilizar como referencia espacial para, por ejemplo, aparcar y salir de un estacionamiento de una manera mucho más sencilla y segura. Repasamos algunos trucos que nos ayudarán a sacarle todo el partido posible a nuestros retrovisores y mejorar nuestra experiencia al volante.
Por ejemplo, a la hora de aparcar en batería, fijarnos en cómo vemos los vehículos a los lados de una plaza libre y cómo encuadramos las líneas del estacionamiento en cuestión nos ayudará a aparcar a la primera. Para ello, tenemos que dirigir el coche y pasar la plaza de aparcamiento, dejándola detrás de nuestro vehículo si queremos aparcar marcha atrás, girando el coche para iniciar la maniobra. Es decir, no de manera completamente perpendicular a los vehículos aparcados, sino en diagonal.
Usar el retrovisor para aparcar a la primera
Cuando veamos el coche más alejado de nosotros entero en el retrovisor y consigamos encuadrar la esquina de la plaza de aparcamiento más cercana a nosotros en el espejo retrovisor, entonces solo tendremos que girar por completo en volante para aparcar en una sola maniobra, sin complicaciones. Obviamente, mirando a nuestro alrededor por si hemos calculado mal alguna distancia para no dañar los vehículos vecinos.
Para salir de la misma plaza de aparcamiento, lo que haremos será sacar el coche recto hasta que nuestros espejos retrovisores estén completamente alineados con el final del capó de los coches vecinos: a partir de esta posición, será posible girar el volante entero a izquierda o derecha para salir de la plaza en un solo movimiento.
Si estamos aparcando el coche en batería de frente y queremos evitar que los bajos o los neumáticos rocen con el bordillo, el retrovisor izquierdo, el del conductor, nos será útil para medir la distancia. Solamente tenemos que acercarnos con cuidado al bordillo y detener el coche cuando el retrovisor esté alineado con la acera. La distancia entre el final del capó de nuestro coche y la acera será de unos 10 centímetros.
Cómo ajustar el espejo retrovisor para ver mejor
Por último, la mejor manera de ajustar el retrovisor para conseguir el campo de visión óptimo es encuadrar la esquina inferior derecha del retrovisor izquierdo con la manilla de la puerta delantera izquierda. Habrá que hacer lo mismo con el retrovisor derecho, ajustando la manilla de la puerta delantera derecha con la esquina inferior izquierda del espejo.
Con este ajuste, el último truco es dividir el espejo, imaginariamente, en dos mitades para calcular la distancia a la que se encuentran los vehículos que llegan por detrás. Cuando el coche que se acerca está en la mitad del espejo más cercana al conductor, es seguro salir, cambiar de carril o hacer un cambio de marcha (si está permitido por las normas viales). Cuando el coche esté en la mitad del espejo más alejada de la puerta, estará demasiado cerca y no será seguro girar.
Source: NoticiasCoches