Pisamos la Arena del Futuro: la carretera que abastecerá de energía a los vehículos eléctricos mientras circulan

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Una de las grandes dificultades a las que se enfrentan los vehículos eléctricos son los trayectos que cubren largas distancias. Aunque las autonomías de las baterías han aumentado notablemente sus rangos de alcance, los conductores particulares todavía se muestran reticentes a la adquisición de estos motores si van a realizar viajes largos.

Pese a que cada vez se instalen más puntos de recarga rápida en las estaciones de servicio fuera de las zonas urbanas, la sensación es que no son suficientes para satisfacer las necesidades de los coches eléctricos. Arena del Futuro es un proyecto que llega para mostrarse como la solución definitiva a estos problemas.

Esta carretera es un enorme proyecto del que ya hemos hablado anteriormente y que hemos podido visitar en directo y entender cómo funciona. Empezamos por el principio: ¿qué es Arena del Futuro? Es una carretera que suministra energía eléctrica a los vehículos eléctricos directamente al motor, sin que estos tengan que usar la almacenada en la batería.

Esta pista de pruebas se encuentra en la A35 Brebemi, que recorre las provincias de Bérgamo, Milán y Brescia. Es un circuito cerrado de poco más de un kilómetro dividido en sectores que simulan diferentes tramos de carretera. Lo que lo diferencia de otras carreteras es que diez centímetros por debajo del asfalto hay colocadas unas bobinas de inducción que, conectadas a un punto de alimentación eléctrica de 1 MW de potencia, consiguen transmitir energía eléctrica directamente a los motores de los vehículos.

Las bobinas se colocan a esta profundidad para alargar su vida útil. Teniendo en cuenta los centímetros necesarios para el mantenimiento del asfalto, colocarlas a diez centímetros permite ‘olvidarse’ de las bobinas de inducción durante al menos 20 años.

Energía directa al motor del coche

Para que los coches eléctricos puedan aprovechar esta energía, deben estar equipados de una bobina que conecte con la de la carretera. Así, el suministro de energía eléctrica es automático. La guinda del pastel es que dependiendo de las condiciones de circulación del vehículo parte de esta energía eléctrica se puede utilizar para ir cargando lentamente la batería del coche, consiguiendo así no solo no consumir la energía almacenada en la pila, sino incluso recargarla.

La tecnología que usa esta carretera de recarga es Dynamic Wireless Power Transfer y puede utilizarse con diferentes tipos de vehículos. Las aplicaciones son de muy diverso tipo: desde autopistas para la libre circulación hasta la reducción de emisiones del transporte pesado por carretera, además de la creación de carriles para autobuses eléctricos en ciudad. De hecho, el servicio de transporte público de Génova ya se encuentra en periodo de pruebas para probar esta posible aplicación.

Lo mejor es que esta tecnología wireless también puede ser de carga estática. Es decir, se puede crear toda una plataforma de carga en un parking para coches eléctricos y evitar así la instalación de cientos de puntos de carga, poco prácticos en cuestiones logísticas y de espacio. De hecho, se prevé la instalación de un parquímetro de carga de inducción estática en mayo.

Dos millones de euros por cada kilómetro

Esta pista de pruebas es la más grande de Europa y ya se encuentra en la fase final del proyecto, siendo el test más avanzado y una referencia en innovación tecnológica.

Y ahora, entrando en el punto clave de la cuestión, ¿cuánto costaría fabricar un kilómetro de este tipo de carretera? El coste estimado está en los 2 millones de euros, una cifra astronómica que desde el grupo Alleatica, líder el proyecto, esperan abaratar cuando la producción se lleve a cabo de manera más generalizada. El coste estimado ahora se debe a que la colocación de las bobinas, por ejemplo, ha sido manual por un lado y, por otro, el precio de los materiales ha subido desde el inicio de la guerra en Ucrania.

Stellantis es una de las empresas que participan junto con Alleatica en este proyecto y algunos de los modelos eléctricos de Fiat han sido los escogidos para realizar las pruebas de circulación de coches eléctricos. Hay varias universidades italianas también dentro del proyecto y en la parte relacionada con la comunicación 5G entre el vehículo y la carretera está la empresa de telecomunicaciones italiana TIM.


Source: NoticiasCoches