Aunque no se vean, están ahí. Cada año, unos 50.000 vehículos quedan abandonados en las calles de las diferentes ciudades del país, ocupando plazas de aparcamiento y espacio en las vías públicas. Unos 6.000 permanecen en talleres, depósitos y aparcamientos públicos. Nadie vuelve a recogerlos, nadie se encarga de darlos de baja en los registros de la DGT, nadie se preocupa de si molestan o no.
Estos son los llamados coches okupa, aquellos que sus propietarios abandonan y no vuelven a recoger jamás. Bien sea porque están en mal estado, estropeados, porque han sufrido una avería que no se pueden permitir reparar o por cualquier otro tipo de razón o excusa, los propietarios de estos coches se deshacen de ellos dejándolos en medio de la calle, en un taller, en el depósito municipal… Sin volver a reclamarlos, pero sin darlos debidamente de baja en los registros de la Dirección Dirección General de Tráfico.
Obviamente, estos vehículos abandonados presentan ciertos inconvenientes, siendo el primero de todos ellos la ocupación del espacio público, nunca mejor dicho, limitando las posibilidades de aparcamiento en la vía pública para el resto de usuarios.
Traslado de los coches ‘okupa’ a un desguace
En el artículo 106 de la Ley de Tráfico se especifica cómo tratar con este tipo de vehículos, cómo reconocerlos y cómo la Administración lidia con ellos. Si, en el plazo de dos meses, el vehículo que hubiera sido retirado de la vía pública y llevado un depósito no es reclamado por su propietario, la administración correspondiente podrá llevarlo a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos para su posterior destrucción y descontaminación. Si se observa, por otro lado, que un vehículo ha pasado más de un mes estacionado en el mismo lugar y presente signos de avería o desperfectos o no tenga matrículas, también se podrá llevar al desguace.
La Dirección General de Tráfico y las diferentes administraciones y servicios locales pueden actuar sobre los vehículos abandonados en los espacios públicos, pero ¿qué pasa con aquellos recintos privados? La DGT estima que, cada año, pueden llegar a contarse hasta 20.000 vehículos okupas en zonas como centros comerciales, urbanizaciones privadas, garajes privados, comunidades de vecinos, aparcamientos de hoteles, aeropuertos, hospitales…
Coches abandonados en aparcamientos privados
¿Cómo se puede reaccionar en estos casos y qué hacer si se encuentra un coche okupa en estos espacios? Desde el pasado mes de diciembre, la DGT ha conseguido dar una nueva interpretación al artículo 106 que permite que los propietarios o gestores de estos establecimientos puedan actuar de manera más rápida y sencilla.
Mientras que, antes, los perjudicados por estos coches abandonados tenían que recurrir a la vía civil para poder librarse de los vehículos okupas estacionados en sus propiedades, una nueva instrucción de la DGT permite que sea también la Administración la que pueda actuar en los casos que conciernan a un espacio privado.
Así, la jefatura provincial de Tráfico podrá gestionar la baja del coche en el caso de que el vehículo haya sido recogido «como consecuencia de avería o accidente» en un recinto privado y su titular «no lo hubiese retirado en el plazo de dos meses». Eso sí, el afectado deberá aportar la documentación suficiente para alegar que ese coche ha sido, efectivamente, abandonado. Habrá que acreditarlo con fotografías, con manifestaciones ante notario o con certificaciones del administrador de la finca, por ejemplo.
Igualmente, la Administración deberá avisar al titular del vehículo antes de llevar el coche a un CAT y, advertirle que «si en el plazo de un mes no lo retira de donde se encuentre estacionado, se procederá al traslado a un centro autorizado de tratamiento de vehículos», apunta la DGT.
Source: NoticiasCoches