A la hora de ahorrar combustible al volante, una de las mejores maneras de hacerlo es aplicar una conducción eficiente. Varios son los gestos que nos ayudan a reducir el consumo de carburante del coche, desde llevar los neumáticos perfectos hasta revisar los filtros.
Nuestros gestos y nuestra actitud al conducir también son determinantes. Mantener una velocidad estable, evitar los acelerones y, sobre todo, ser previsores y poder anticiparnos a lo que sucede en el tráfico serán nuestros mejores aliados para mantener a raya el gasto de gasolina o gasóleo. Este último ejemplo es importante para, entre otros, usar la inercia del coche cuando frenemos o lo que se llama freno motor.
El RACE explica que cuando sueltas el acelerador al tener que empezar a frenar el suministro de combustible casi se detiene por completo, lo que ayuda a reducir hasta en un 2% el consumo del vehículo. Para poder aplicar este truco, hay que conducir siempre a una distancia de seguridad adecuada y mantener un amplio campo de visión que te permita ver dos o tres vehículos por delante.
Desde el RACC explican en este vídeo cómo realizar el freno motor:
Básicamente, cuando veamos un vehículo a lo lejos, deberemos anticiparnos y levantar el pie del acelerador, dejando rodar al vehículo con la marcha engranada para llegar, gracias a la inercia, a pararnos sin gastar combustible. Será el propio motor el que haga de freno. Siempre es aconsejable acabar pisando el freno con suavidad hasta que el vehículo se detenga por completo.
Aplicar el freno motor es mejor que acelerar hasta tener que frenar bruscamente o reducir una marcha y revolucionar el motor. Además, esta técnica no solo ayuda a ahorrar en el consumo de carburante, sino a preservar durante más tiempo las pastillas de freno, evitando tener que cambiarlas antes de lo esperado.
Source: NoticiasCoches