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- El CityHawk, desarrollado por la compañía israelí Urban Aeronautics, podrá transportar a cuatro pasajeros y tendrá un «alto grado de autonomía».
- En caso de incidentes, desplegará un paracaídas que ayudará a la aeronave a descender al suelo con seguridad.
- Aunque inicialmente la tecnología estaba pensada para darle aplicaciones militares, se va a desarrollar también para aeronaves civiles.
Películas como ‘El quinto elemento’ o series animadas como ‘Futurama’, entre otras muchas obras de ficción, han creado desde hace muchos años en el imaginario colectivo la imagen de un coche volador como paradigma de la movilidad futura. Y ahora, en 2017, esa fantasía podría empezar a materializarse como algo real.
La compañía israelí Urban Aeronautics está trabajando desde hace algunos años en el desarrollo de una pequeña aeronave VTOL (Vertical Takeoff and Landing – Despegue y Aterrizaje Vertical) que inicialmente se llamaba AirMule y ahora se conoce como Cormorant.
Aunque inicialmente esta tecnología está pensada para aplicaciones militares, la empresa ha asegurado que su filial Metro Skyways está explorando la posibilidad de crear aeronaves civiles basadas en este mismo sistema. Y han anunciado los primeros detalles.
El vehículo en cuestión se conoce como CityHawk, un nombre en honor a un juego popular en Carolina del Norte, donde tuvieron lugar los primeros vuelos de los hermanos Wright. Será similar en tamaño y forma al Cormorant, que a su vez es desarrollado por Tactical Robotics, otra de las filiales de Urban Aeronautics, que utiliza la tecnología patentada por la compañía, llamada FanCraft.
El sistema consiste en unas palas de rotor internas, al contrario de estar en la parte alta y expuestas, como las de los helicópteros. Eso permite a la aeronave aterrizar y despegar sin riesgo de dañar las cuchillas en lugares menos accesibles. Podrá llevar cuatro pasajeros y, pese a que incluirá un «alto grado de autonomía» según sus creadores, será controlado por un piloto humano, aunque con planes futuros de alcanzar una conducción autónoma total.
De hecho, ante cualquier posible incidente ocurrido durante el vuelo (ya sea con un piloto humano o en el futuro de manera autónoma), un paracaídas desplegado por un cohete permitirá a la aeronave descender con seguridad hasta el suelo.
El CityHawk estará alimentado inicialmente por cumbustible igual que el de un avión corriente. Aun así, la compañía asegura que podrá convertirse para funcionar con combustible de hidrógeno líquido u otros sistemas que todavía están en fase de desarrollo, pero que no requerirán motores eléctricos.
Según Urban Aeronautics, el desarrollo del CityHawk todavía durará por lo menos cinco años. Un lustro por delante para poder ver convertida en realidad una de las grandes fantasías de la ficción televisiva y cinematográfica en relación con la movilidad.
Source: NoticiasCoches