¿Qué le pasa al coche cuando el volante se pone duro? Cinco posibles causas

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La dirección asistida es una de las mejoras en el mundo de la automoción que más han disfrutado los conductores, ya que permite conducir sin esfuerzos y maniobrar sin tener que casi pelearse con el volante. Por eso, enseguida notamos si el volante va más duro de lo habitual o si cuesta girarlo en exceso.

Aunque la razón detrás de un volante duro puede ser de muy fácil solución, es cierto que también puede ser síntoma de una avería mucho más grave, por ejemplo, en el sistema de la dirección. Así, es importante no dejarlo pasar y tratar de averiguar y, después, resolver de qué se trata.

La primera razón puede estar en las ruedas: unos neumáticos con la presión baja pueden obstaculizar el movimiento de la dirección y, por tanto, generar esa sensación de un volante más duro de lo habitual. La presión, de manera generalizada, está en los 2,5 bares y la solución es tan sencilla como pasar por un área de servicio y llenarlas. Del mismo modo, unas ruedas no alineadas pueden entorpecer la dirección.

Problemas en el sistema de dirección

Si comprobamos los neumáticos y el problema no proviene de las ruedas, habrá que fijarse en la dirección. Cuatro pueden ser las causas, comenzando por una fuga del líquido de la dirección, un problema de los sistemas hidráulicos. El volante se endurece cuando no hay suficiente líquido de dirección asistida en el sistema a causa de una grieta en el área de la manguera presurizada o si esta área se afloja.

Si no hay fuga, pero sigue costando girar, entonces será que el líquido de la dirección está espeso o se ha pasado porque lo hemos cambiado a tiempo. Es importante respetar las revisiones marcadas por el fabricante para evitar este tip ode problemas.

Si el líquido y el circuito se encuentran en buen estado, el problema puede recaer sobre la bomba de dirección o la cremallera, ambas averías más caras. Una bomba que funciona mal no bloqueará las ruedas, pero exigirá más fuerza para girarlas, siendo un peligro en caso de imprevistos al volante. Por otro lado, la cremallera se encarga de conectar el volante con los mecanismos de las ruedas. Una señal de fallo en este elemento es que el volante está duro al arrancar el vehículo, pero se va suavizando con la marcha.


Source: NoticiasCoches