El desarrollo de la movilidad afecta no solo a los diferentes tipos de vehículos, sino a todos los factores y elementos que intervienen en la conducción y el tráfico, desde los turismos hasta las carreteras. Es más, estas últimas van a jugar un papel importante en la seguridad vial y en la implementación de la movilidad eléctrica.
¿Cómo? Pues siendo, básicamente, megacargadores de baterías eléctricas en tiempo real. Ahora mismo, en dos ciudades suecas, Lund y Maristad, ya hay construidos y funcionando varios kilómetros de carreteras Elonroad. Este tipo de vías consiguen recargar los vehículos eléctricos al mismo tiempo que estos circulan por su asfalto.
Con este proyecto, que suma a otros tantos en Europa que buscan crear este tipo de asfaltos, carreteras conectadas con los vehículos autónomos y con tráfico, todo en pos de reducir las emisiones y mejorar la seguridad vial, estaría un paso más cerca de crear las nuevas carreteras del futuro.
Las autovías de Elonroad están inspiradas en el sistema que alimentaba los Scalextric. ¿Quién no se acuerda de ellos? Los coches de este juego funcionaban gracias a la energía eléctrica que obtenían de una tira que había en el centro de la pista que iban recorriendo. Esta misma mecánica es la que usan las carreteras de esta empresa.
La carretera que funciona como un Scalextric
La energía se va almacenando directamente en la batería del vehículo eléctrico, mientras que los de motor térmico recorren el asfalto como si nada. En este vídeo se puede ver y entender un poco más del funcionamiento de la Elonroad.
La promesa de Elonroad es la de la energía infinita. Se colocan tiran metálicas en el centro de la carretera que, obviamente, están electrificadas pero que solo la generan cuando hay un coche conectado a ellas. La teoría es que se alimentan de forma independiente, por lo que así se asegura que no hay energía eléctrica recorriendo la carretera en cada momento, sino solo debajo de cada coche y en el momento en el que uno pasa por encima de ellas.
La alimentación de estas tiras eléctricas sería muy sencilla, ya que solo necesitarían una miniestación en cada kilómetro para hacerlas funcionar y, por suerte, suele haber postes de luz a lo largo de las vías, sobre todo las de alta capacidad, que servirían también de fuente para estos minicargadores.
El coche se conectaría a estas tiras activando como unos raíles habilitados en los bajos, que entrarían en contacto con las tiras metálicas e iniciarían automáticamente la recarga. Los vehículos parados también podrían aprovechar para llenar la batería solo con pararse encima, siendo esta una solución aplicable para otras estructuras, como aparcamientos. El pago de la electricidad de la recarga corre a cuenta del conductor: una serie de servidores identifican al vehículo, registran la energía que recarga y cobran, todo automatizado.
La empresa asegura que la batería del coche se recarga más rápido de lo que consume el motor, generando así esa sensación de autonomía infinitica, por lo menos mientras se viaje por una de estas vías. En las pruebas ya realizadas se han obtenido recargas de hasta 300 kW, abriendo la puerta así a una gran solución para uno de los mayores problemas de los coches eléctricos.
Source: NoticiasCoches