Esta noche se duerme una hora más: así afecta el cambio horario a los conductores

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La madrugada entre el sábado y el domingo llega, oficialmente, el cambio de hora. A partir de este momento, se hará antes de noche y las horas de luz se acortarán, algo inevitable conforme se acerca el solsticio de invierno. Más allá de acordarnos de cambiar de hora los relojes de casa, hay que prestar atención también los días siguientes cuando vayamos a coger el coche.

La DGT identifica algunas de las consecuencias del cambio de hora en los conductores, que afectan a sus capacidades para conducir: fatiga, sueño, distracciones, dolor de cabeza e irritabilidad. Para evitarlas, lo mejor es seguir un horario regular de comidas y descanso y procurar cumplir con las ocho horas reglamentarias de sueño cuando sea posible.

Algunos consejos para reaccionar ante estas consecuencias del cambio horario son disminuir la velocidad de conducción en torno a un 20% y extremar siempre las precauciones, sobre todo en el horario entre las 4 y las 6 de la mañana. A estas horas se junta la falta de luz en la carretera con una bajada del nivel de alerta por cansancio.

Cuidado con la miopía nocturna

El cambio de hora, además, modifica los horarios de atardecer y amanecer, lo que provoca que los conductores se encuentren con el sol de frente en momentos a los que hasta ahora no estaban acostumbrados. Llevar unas buenas gafas de sol y los cristales limpios será un extra en seguridad.

Hay que tener en cuenta que, a partir de ahora, conduciremos más horas de noche que de día. La capacidad visual de un conductor se reduce al 30% de noche, con una reducción de la agudeza visual de un 70% y una importante pérdida del sentido de la profundidad y capacidad para medir distancias, según el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía, señalan desde Carglass.

«La falta de luz hace que las pupilas se dilaten y que el ojo funcione más con la retina periférica, lo que genera una pequeña miopía nocturna en todos los conductores». De noche también se produce más fatiga visual, lagrimeo y picor de ojos y se pierde visión periférica, por lo que conducir con extremo cuidado y, sobre todo, sin excesos de velocidad y sin saltarse las indicaciones de las señales será lo más acertado.


Source: NoticiasCoches