Características de los turbocompresores de geometría variable (VTG): ventajas, funcionamiento y averías más comunes

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La evolución de los motores de combustión ha sido (y es) un camino orientado a la mejora de la eficiencia del corazón del coche para que este no se obligue a trabajar por encima de sus posibilidades para dar el mayor rendimiento posible. Entre muchas piezas diminutas, mejoras y cambios de funcionamiento, aparecen los llamados turbocompresores, un mundo en el que hay diferentes tipos de piezas. Entre ellas, destacan los turbocompresores de geometría variable o VTG.

Los VTG son turbocompresores que posibilitan la variación de la relación entre la acción y la reacción del distribuidor y la sección de entrada a la turbina, lo que permite reducir o aumentar el peso de los gases manteniendo una velocidad de fluido alta. Los VTG aprovechan mucho mejor que otros turbo los gases de escape, por lo que se utilizan sobre todo en los motores diésel, siendo muy poco comunes o casi inexistentes en los gasolina.

Este tipo de turbocompresores comenzó a utilizarse en los motores Fiat 1.9 de inyección directa del Croma en 1989 y poco más tarde Volkswagen los incorporó para cumplir la normativa de gases contaminantes y aumentar la potencia del motor.

La mayor ventaja de estos turbo es que consiguen que el motor trabaje de manera progresiva y no brusca, utilizando mucho mejor los gases del coche y la temperatura que alcanza el coche, por eso solo se usan en motores diésel. Produce menos saltos de potencia entre altas y bajas revoluciones y ayuda a que el motor entregue un par mayor.

Por otro lado, son elementos mucho más caros y tienen un precio de comercialización más elevado que el de los turbos convencionales. Igualmente, están compuestos de muchas más piezas, lo que encarece y dificulta su reparación. Además, exigen un mayor mantenimiento y mayor calidad en los aceites lubricantes.

Ahí radican la mayoría de sus averías, ya que la acumulación de agua o suciedad puede hacer fallar la electro válvula. Un exceso de temperatura, un fallo en las mangueras de conexión o una bomba de vacío dañada puede afectar gravemente al funcionamiento de un VTG.


Source: NoticiasCoches